Por qué nunca me resulta, a lo mejor tendré que abandonar, como siempre, sin lograr nada. Quedarme con las ganas, y la putrefacción del pensamiento que no dependía de mi. He sacrificado lo que soy, he dejado de lado mis intereses, he dejado de hacer lo que no nos convenía, y aún así no lo han aprovechado. En todo ámbito.
Quizás confundo las cosas, quizás voy muy rápido, quizás son sólo estúpidas ilusiones y sueños sin sentido común alguno, como cuando solía querer cosas imposibles cuando aún era un ser pequeño, inofensivo e inocente. Quisiera que todo mi esfuerzo valga la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario